El arte le es muy conveniente al director de empresa porque le da sensibilidad y disciplina; también le da relevancia y síntesis. El director debe saber inspirar. El artista, como el buen director, tiene que saber vivir con lo inacabado y lo indefinido. Debe descubrir en lo inacabado lo fascinante.

Luis Felipe Martí Borbolla
Profesor titular de las áreas de Empresa-Familia y Factor Humano